Los refrescos ofrecen una amplia gama de productos para todo tipo de gustos y paladares.
El refresco puede ser una bebida muy refrescante; sin embargo, debido a la gran cantidad de azúcar que llegan a tener, muchas personas optan por consumirlo en otras presentaciones como lo son los light o los que no contienen azúcar.
Es importante mencionar que el consumo de refresco, debido a la cantidad de azúcar que llega a contener, se relaciona con padecimientos como obesidad, diabetes, entre algunas otras por lo que algunas personas deciden cuidar un poco su salud pero sin dejar de ingerir este tipo de bebidas, por lo que adquieren las versiones antes mencionadas.
Diferencia entre el refresco light y el sin azúcar
Lo primero que se debe tomar en cuenta es que ambas bebidas cuentan con diversos ingredientes en común, los cuales son: azúcar, benzoato de potasio, saborizantes, colorante de caramelo y ácido fosfórico.
En el caso de los refrescos en su presentación light son considerados bajos en sodio, además de contienen un alto nivel de agua, lo que la convierte en una opción considerable para mantenerse hidratado.
Otro aspecto que cambia en la light es que cuenta con ácido cítrico, compuesto orgánico conocido por encontrarse en las frutas cítricas, como lo es el limón y la naranja.
Por el lado contrario, el refresco sin azúcar suele presentar dos ingredientes que la presentación original no incluye, como lo son el citrato de potasio y el acesulfamo de potasio, este último le da a la bebida el sabor dulce de un refresco convencional, pero sin afectar a la respuesta glucémica del organismo humano.
En concreto, la principal diferencia está en el sabor de las bebidas, ya que en el caso del refresco sin azúcar, mantiene el sabor del refresco original, pues no contiene azúcar pero si un sustituto que consigue igualar su sabor, mientras que en el caso de la bebida light, el sabor es más ligero y si presenta un cambio considerable.
¿Cuánta azúcar se recomienda ingerir en un día?
La ingesta diaria de azúcares añadidos recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) es de menos del 10% del total de la energía diaria. La OMS sugiere incluso beneficios adicionales si se reduce a menos del 5 por ciento de la energía total diaria. Para un adulto con una dieta normal de 2 mil calorías al día, el 10 por ciento equivale a unos 50 gramos (alrededor de 12 cucharaditas) de azúcares añadidos por día, y el 5 por ciento sería aproximadamente 25 gramos (alrededor de 6 cucharaditas).
Los azúcares añadidos se encuentran en muchos alimentos procesados y bebidas y no solo en los dulces o refrescos. También incluyen miel, jarabes, y jugos de fruta concentrados. Es importante leer las etiquetas de los productos para identificar y controlar la cantidad de azúcar añadida.
Reducir la ingesta de azúcares añadidos es crucial para mantener un peso saludable y reducir el riesgo de enfermedades no transmisibles como la obesidad, enfermedades cardíacas y la diabetes tipo 2. Optar por alimentos naturales o mínimamente procesados y bebidas sin azúcares añadidos puede ayudar a lograr este objetivo.