Ismael Cabeza de Vaca, ausente en el Congreso, evade sus responsabilidades legislativas mientras Tamaulipas espera acciones.
El diputado Ismael Cabeza de Vaca ha dejado en claro que no tiene la menor intención de cumplir con su deber. Mientras sus colegas trabajan en la creación de leyes que impacten a Tamaulipas, él brilla por su ausencia, no asiste a las sesiones del Congreso. No se le ve en los debates ni en las iniciativas, y parece que su única función es presentarse una vez cada quincena para cobrar su salario. La pregunta que muchos se hacen: ¿Para eso le regalaron la pluri?
Durante el transcurso de la actual legislatura 66, Cabeza de Vaca ha evadido sus responsabilidades, y cuando finalmente decide aparecer, lo hace con una actitud que raya en el desprecio: una sonrisa cínica que deja claro su nulo interés en el bienestar de la gente. La indiferencia y la falta de propuestas son sus sellos distintivos.