Sería fácil pensar que por aquello de la edad, de estar menos acostumbrados a la red y quedar más alejados de todas esas buenas prácticas que implican mejorar nuestra seguridad en internet frente a estafas y ataques, sería más fácil timar a un abuelo en internet que a alguien de la Generación Z, pero como siempre suele ocurrir en estos casos, las apariencias engañan.
Según estudios de seguridad de la Alianza Nacional de Ciberseguridad de Estados Unidos, en realidad, ni los Boomer, ni los Millennial, ni ninguna otra generación previa a la concepción de internet están entre los más vulnerables frente a la posibilidad de verse afectados por una estafa. La Generación Z es la que más números tiene de caer, y no sólo por una cuestión estadística.
Ni Boomers ni Millenials, la Generación Z es la que está en peligro.
Con participantes de Estados Unidos, Reino Unido y Canadá, la diferencia entre la Generación Z y los Boomers es abismal con un 34% frente al 12% respecto al phishing, un 18% frente a un 8% en robos de identidad, un 15% frente a un 4% en estafas románticas, y un 37% frente a un 4% en casos de ciberacoso.
Pese a que este último es el que marca más la línea de diferencia entre generaciones, en realidad la clave no es sólo el hecho de que las personas con mayor edad se muevan menos por internet. Hay bastante más tela que cortar en ese sentido.
De hecho, al analizar el uso de internet entre las distintas generaciones, el «estoy siempre conectado» de la Generación Z sube hasta el 64%, mientras que en casos como Millenials y boomers se queda en un 48% y un 33% respectivamente. Pero al separar de esa media la variable de estar conectado varias veces al día, estos últimos saltan hasta un 60% que equilibra bastante la balanza.
Tampoco se reduce a que estos sean mucho más desconfiados de cualquier acción dentro de la red que la contrapartida de usuarios más jóvenes. Según marca la estadística, el problema también está en cómo abrazamos las medidas de seguridad. En cómo no las abrazamos, en realidad.
Según el estudio hay un mayor porcentaje de usuarios en la Generación Z que, pese a conocer y tener la facilidad de acercarse a nuevas medidas de seguridad, aseguran que les da pereza hacerlo. Pese a ser las más preparadas, principalmente por verse asediados desde la infancia sobre la importancia de la seguridad en internet, es sorprendente hasta qué punto las nuevas generaciones son más vulnerables a los problemas y estafas que acarrea la red.